La artesanía es un lujo. No en el sentido clásico de lo inaccesible, sino como elección consciente: ese objeto hecho a mano que no se repite, que guarda la huella de quien lo creó. Desde el Centro de Innovación Territorial Circular FAB de Valencia de Alcántara queremos reivindicar ese lujo honesto, que reconoce el valor de lo artesanal y del talento local. Con esta mirada nace Del Campo a la Creación, un proyecto impulsado desde el Circular FAB de Valencia de Alcántara para visibilizar, conectar y dignificar la artesanía del territorio.

Durante las primeras dinámicas con el grupo motor del proyecto, surgió una preocupación compartida: los oficios tradicionales -aunque aún presentes- se están perdiendo. Con ellos, desaparece también un patrimonio cultural que ha dado identidad a la Raya durante generaciones: el pastoreo, la cestería, el trabajo del cuero, la lana merina y, especialmente, la oveja negra, una de las señas más autóctonas de esta tierra.

En este contexto, Elena, emprendedora y artesana, propuso una idea inspiradora: crear murales bordados que cuenten la historia de la artesanía local. No solo piezas decorativas, sino relatos textiles que hablen del territorio, de su memoria y de las manos que lo construyen. Valencia de Alcántara, con su larga tradición de oficios y asociaciones artesanas, necesita volver a mirarse y reconocerse en su propia identidad creadora.

El primer paso del Circular FAB junto al grupo motor fue localizar, escuchar y conectar a las personas artesanas de la zona, sentando las bases para una red colaborativa. De este trabajo nace una comunidad que comparte técnicas, materiales y saberes, y que será también la que diseñe colectivamente el mural. En este proceso, Reme, otra de las artesanas del grupo, ha diseñado un “punto de bóveda cruzada”, técnica que permite crear jarrones con textiles u objetos decorativos que trasladan la esencia del mural a pequeñas piezas únicas, convertidas en embajadoras de la historia local.

En cuanto a la parte de tecnologías digitales, su integración se desarrolla en paralelo al trabajo artesanal. Las ilustraciones para los murales se realizan utilizando software de diseño vectorial, un proceso en el que Daniel, emprendedor y diseñador gráfico especializado en textil, aporta orientación técnica, coherencia visual y criterios de estilo. Además, se están produciendo piezas mediante corte láser y se desarrollan placas con códigos QR y tecnología NFC que enlazarán con una aplicación móvil. Esta app funcionará como un pasaporte digital, permitiendo a las personas visitantes “sellar” cada mural que encuentren en el municipio y descubrir la historia, el oficio y las personas que hay detrás de cada creación.

Además, el proyecto comienza a implicar al comercio local, incorporando ideas y perspectivas sobre cómo los murales pueden generar economía en el territorio. Uno de los retos abordados es la conservación de la lana en exteriores, dada la exposición a humedad y cambios climáticos. Para ello, se incorporarán sensores IoT de humedad y moho que permitirán monitorizar el estado de los murales y anticipar posibles intervenciones. Así, cada pieza no solo será artesanal, sino también inteligente.

Del Campo a la Creación se convierte así en una iniciativa que une tradición y tecnología, memoria e innovación, demostrando cómo la artesanía puede convivir con herramientas propias de la industria 4.0: desde el diseño digital y el prototipado rápido hasta la fabricación avanzada y las experiencias interactivas. Un proyecto que muestra que la artesanía no es cosa del pasado: es un lujo honesto, vivo, contemporáneo y profundamente ligado a lo rural.

Desde el Circular FAB de Valencia de Alcántara seguimos trabajando para acercar la tecnología al territorio, conectando artesanía, emprendimiento y ciudadanía, y generando nuevas oportunidades desde lo local.